martes, 26 de febrero de 2008

El mejor negocio de todos los tiempos.

Bueno como de ilusiones se vive, debido al mínimo capital monetario del que dispongo, si me preguntárais qué trabajo me gustaría tener (la regla: no podría elegir ser veterinario) pues elegiría ser propietario de la mejor tienda de discos en la que hayáis estado nunca.

Sería una tienda pequeña, que oliera a humedad y las paredes estarían recubiertas de fotos de míticos músicos de jazz, blues y pop, y la gente podría dejar también sus fotos, poemas, dibujos y demás cosas que quisieran pegar en la pared. En el escaparate sólo habría algunas fotos de músicos, de los mejores músicos de la historia: Joaquín Sabina, Bob Dylan, Louis Armstrong, Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Queen, Dire Straits, Eric Clapton, Compay Segundo...) En la puerta, estaría colgado un cartelito lo más antiguo posible de abierto y cerrado y justo debajo habría otro cartel donde pusiera: "Este establecimiento cumple las mínimas normas de ruido y limpieza musical, absténgase Bisbales y Bustamantes y variantes parecidas, SÓLO vendemos BUENA MÚSICA" y ésta estaría protegida sólo por una verja de metal que siempre se atascaría a la hora de cerrar, haciéndome perder cinco o diez minutos hasta que pudiera moverla de nuevo (no sin antes darla una pequeña patada de desesperación). Los tres posibles nombres para la tienda serían: "A Night in Tunisia", "Discos El Perseguidor" o "Jazzuela". El cartel de la puerta, con el nombre de la tienda de discos, sería un luminoso de color rosa o azul (aunque también valdría un letrero de fondo azul con letras blancas).

El mostrador estaría en el centro de la tienda, con su correspondiente equipo de música. Sería un mostrador acristalado y en el equipo pondría mi música o la música que los clientes y amigos traerían. En un día normal podría sonar por ejemplo Shelter from the Storm, Mi Noche Triste, Mahogany Hall Stomp, La Bestia Potenciada, Mys'ry And The Blues, Bassin' Street Blues pero la versión de Charlie Shavers, Lay Lady Lay, Sultan of Swing, Down To The Waterline, Jesucristo García, Standby, Contigo... Además pondría las diferentes versiones de una misma canción e intentaría averiguar con la gente y los amigos que estuvieran allí quién sería el músico culpable de dicha versión. (vaaaaale también podría poner All I Ready I Want to Do, aunque esa canción no me gusta demasiado). O se podría poner música por estilos, cantantes o grupos: estaría el día de la música cubana, el día del viejo blues del Mississippi, el día bee-bop, del Hot Jazz, el día Sabinero o Dylaniano o el día del rock o el soul.

Tendría también una especie de trastienda con dos partes: una sería el despacho y la otra el almacén. La puerta podría ser de cristal con el nombre de la tienda rotulado. Sería como el típico despacho de detective privado en las pelis de cine negro: habría una mesa de madera que estaría llena de papeles, réplicas de instrumentos en pequeñito, un gran cenicero, un pequeño flexo, y al lado habría una papelera de metal. El almacén, que estaría en la parte del fondo del despacho, sería pequeño con estanterías desde el suelo hasta el techo llenas de cd's y vinilos y para coger los discos de arriba habría que utilizar esas pequeñas escaleras de tres peldaños que no sirven para nada. Esa parte sería como la caja fuerte de la tienda. De hecho pondría un cartelito en la puerta con un "Atención no pasar, discos peligrosos"

Se vendería Jazz, Blues, Rock, Pop Nacional y Extranjero, Clásica, Música Cubana y Otras Adquisiciones Raras. Pero lo que más llamaría la atención serían las escaleras para bajar al sotano de la tienda que estarían en un costado. Éstas serían estrechas. Estarían iluminadas por una pequeña bombillita y unas pequeñas lucecitas situadas en cada peldaño. Darían la impresión de estar bajando hacia otro mundo. También se escucharía la música que estuviera puesta arriba, y también pondría otro cartel, tal vez con un "cuidado, no nos hacemos responsables de su desmayo" y nada más entrar, a la derecha, habría una estatua de Louis Armstrong con su trompeta en una mano y su pañuelo blanco en la otra de tamaño real. Y a la izquierda, tendría una vitrina de cristal con un fonográfo antiguo y algunos discos de pizarra que hubiese ganado en alguna partida de póker (¡el fonógrafo funcionaría claro!). Y es allí donde estarían los mejores discos de la tienda. Esos discos que cuando los coges y los tienes en las manos, tu corazón empieza a acelerarse, no dejas de mirarlos y sabes que cuando los escuches, tendrás más de un orgasmo. Esos discos. Y con cada disco que se compre allí abajo regalaría algun detalle que tuviera que ver con ellos. Por ejemplo, si me compraran alguna selección de Bix Beiderbecke, pues regalaría una copia de su permiso de residencia por un día en Detroit o si me compraran algun disco de Dylan pues regalaría un soporte de armónica para el cuello.

Tal vez tendría pocos clientes, pero creo que los pocos que se acercaran a la tienda, volverían de nuevo. Eso si el día que vengáis, no os olvidéis firmar en el libro de visitas de la puerta. Todo esto no deja de ser un sueño o una tontería sin sentido, pero para mí sería el mejor negocio de todos los tiempos.

5 comentarios:

Blogger Angst ha dicho...

Has olvidado mencionar que yo soy tu socio desde ya, inversión a pachas, aunque nuestra amistad acabe, sospecho, irremediablemente (como la de los inmortales: solo puede quedar uno) salpicada de sangre como consecuencia de una discusión sobre la mejor época de la trompeta de Satchmo (años 20 contra 50, virtuoso contra osito romanticón de felpa, cualquiera sabe que llevo razón.) De todos modos, I ain't lookin' to compete with you, beat or cheat or mistreat you... como se canta en esa canción-que-no-te-gusta-tanto. Aunque creo que puestos a abrir negocios sin clientela, nos curramos una cafetería de (buen) jazz, contratamos a un camarero y el día que nos de el punto nos vamos de pincha discos. Jazz + alcohol es una combinación harto tentadora.
Por si el negocio cuaja en algun futuro perfecto aquí dejo una serie de peticiones musicales que habrías de poner para que ninguna lucha a katana se desencadene:

Un tema de Thelonious Monk al menos una vez a la semana (me vale cualquier cosa de las grabaciones para Blue Note o Prestige).
Un disco de Nina Simone al menos dos veces a la semana.
Que no falte Louis Armstrong.
Ni un tema de Johnny Hartman antes de cerrar.
Alguna de las mañanas en que llueva me pido poner "Walking in the rain" de los Prisonaires.
O en su defecto "It's Raining" de Irma Thomas. it's raining so haaaaaaaaa-ard..., “I Don't Care If the Sun Don't Shine” de Dean Martin o cosas de Bill Evans.
Si hace sol, pero está nublado, poner algo de Johnny Hodges. En su defecto, de Omer Simeon, Jimmy Noone o Albert Nicholas.
Que haya una tarde para los saxofonistas de Hard Bop (léase Sonny Rollins o Joe Henderson).
Otra de cornetistas de los años 20.
Y un día al año dedicado a colocar vírgenes cloroformizadas a los pies de un ídolo de poliespán con mi figura pintado en imitación oro.

Espero no haber sido muy exigente.

26 de febrero de 2008, 20:38  
Blogger Richard Blaine ha dicho...

Esta bien, socio a pachas. Eso si nada de llevar armas de fuego u objetos punzantes al trabajo o creo que irremedieblemente la lucha a katana se inicierá sin remedio. Tendremos que poner en la pared, nuestro santoral de músicos de jazz que todavia anda por aquí. respecto a Satchmo, el de los años 20 era un virtuoso, pero el de los 50... Era un virtuoso además de un romántico (tal vez osito de felpa si, pero además virtuoso) vease o mejor escuchese Satch Plays Fats o Louis Armstrong plays W.C. Handy además de sus canciones para Disney. Pero no hay problemas porque tú venderás los discos de los años 20 y yo los de los 50.

Acepto tus exigencias, aunque para empezar no acepto a Monk más de una vez por semana o me volveré loco escuchando un tío que sin razón alguna toca como si aporreara el piano con un bate de Béisbol o como si no tuviera dedos en las manos. (perdón por ser un pagano de Monk, pero no consigo "entender" su música, y no digo que poco a poco se fuera aumentando la dosis)

Se puede cerrar con johnny hartman pero no todos los días tío, sino alguna noche saldríamos con la convicción de llegar a un bar sin perder el mínimo de tiempo y meternos gin-tónics en vena hasta morir malencólicos y borrachos perdíos. (que por cierto creo que nunca debería faltar una botella de ginebra en la tienda)

Los días de lluvía también me pido poner Mamie's Blues a toda pastilla ya sabes que es una de mis canciones favoritas, además otro que no puede faltar sería nuestro querido Jelly Roll Morton. Por lo demás todo guay! en lo de las vírgenes cloroformizadas podríamos añadir tb mi figura? :)

26 de febrero de 2008, 21:36  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bueno, yo tb keria colobarar con tan bella idea. Keria proponer, si vosotros me lo permitis, alguna cancion de Cat Stevens, hay muy buenas, ya se q probablemente no lo habreis escuchado nunca, y, si me tuviera q decantar por alguna, si fuera movidita, can't keep it in o tb ready, o mas suavecita, where do the children play?, grandes canciones. Tb, xk no, de Neil Diamond, no se si sera suya (creo q si) Sweet Caroline o tb Song sung blue, o mas ritmica, por ejemplo, Brother Love's travelling salvation show. Eso en cuanto a musica de fuera de nuestras fronteras (podria seguir diciendo muchas mas -de country, de roxette (de este ultimo me baje este finde Sleeping in my car, gran cancion), de coti (muy buena la de Nueces)...). En cuanto dentro de nuestras fronteras, por ejemplo, dos q me encantan de miguel rios, insurrecion y santa lucia, sergio dalma tb tiene canciones muy bonitas, no se, hay tantas. Puede q mis gustos choquen frontalmente contra los vuestros, aunque he de decir q a mi tb me gusta bob dylan (grandiosa la cancion de hurricane, por ejemplo), o de Dire Straits (Lady writer tb me gusta mucho).

Teneis abierto mi archivos musicales para lo q preciseis.

Un saludo

DBL

26 de febrero de 2008, 22:24  
Blogger mtg ha dicho...

Qué gran sueño!!,qué gran post...
Me ha encantado TODO! creeme que iria a tu tienda...es más,creo que no saldria de ella...

Además me has recordado a mi cada vez que pienso en lo que me gustaria ser librera,creo que tendria una tienda de ese estilo pero con libros y peliculas clásicas ;)

besoo!

28 de febrero de 2008, 10:31  
Blogger Casi Persona ha dicho...

Tío, pero que mierda de negocio es ese? Ya te has olvidado de lo tremendamente rentable que iba a ser nuestra clínica "La granaj de Gustavo"?. Amos a ver, sólo necesitamos una local de 25 metros cuadrados y una calculadora de las antiguas (de esas que sacaban el resultado en un papelito)y mucho morro. Perro que llegue, le echamos cuento, le damos a cuatro botones a la calculadora, cuando salga el papelito ponemos cara de "huy que malito está el pobre" y hala... Eutanasia al canto por el módico precio de 80 euros. La eutanasia es el futuro! Vale, mientras echamos el pentotal a chorro si quieres puedes poner toda esa música de la que hablas, si total, mientras los barbitúricos corren por las venas no creo que entren ganas de quejarse de la musica

1 de marzo de 2008, 3:00  

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