lunes, 25 de enero de 2010


Lástima que los recuerdos se marchiten lentamente. Lástima que se conviertan en cositas pequeñas que revolotean por nuestra mente. Sin dirección y sin destino. Lentamente van desapareciendo de nuestra memoria. Nuestra mente no puede retener durante mucho tiempo una imagen y por eso me duele darme cuenta que no puedo recordar exactamente cómo era París. Aunque aún puedo cerrar los ojos y sentir aquella húmeda y fría brisa en el Pont des Arts o el olor de la tierra mojada en el Jardín des Plantes o la dulce fragancia de Kenzo que te mantiene cerca. Lástima que la melancolía se sirva fría y los recuerdos empiecen a marcharse. Sin embargo, aún tengo el olor de París anclado en la memoria. Aún tengo intercesores.

3 comentarios:

Blogger Fran. ha dicho...

Como dijo Humphrey Bogart en esa peazo de película: "Siempre nos quedará París".

25 de enero de 2010, 10:30  
Blogger Angst ha dicho...

"Everyday your memory grows dimmer / it don't haunt me like it did before" canta Bobby en Tryin' to Get to Heaven. También es posible cantar esto otro: Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión a Quilmes», o: «Frank Sinatra».


Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones.» Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas
en su sitio.


Conservación de los recuerdos, Julio Cortázar, en: "Historias de Cronopios y de Famas".

25 de enero de 2010, 17:32  
Blogger amsha ha dicho...

Aunque parezca que los recuerdos se evaporan... no es así. París, simplemente, no se olvida
:D

31 de enero de 2010, 19:13  

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